martes, 30 de junio de 2009

ella dispararía a andy warhol pero...



...yo disparé a la noche...


...el día que me olvidé de poner en la solapa el pin del símbolo pacifista
del museo antibélico de berlín
y me volví violenta sintiendo algo parecido al odio
pero no era odio
sino un tonto mosqueo...


adiós noche
no cuentes más conmigo.
me has defraudado,
tú y todos tus socios.
escoria.
no quiero saber nada.
tendré que acostumbrar mis ojos a la luz
si así te ofendo.
dejar el cigarro encendido en el abismo del cenicero.
humo - oscuridad - grados de risas con hielo.
confiaba en ti, falsa embustera.
tus horas antipersonales minando la soledad de los perdidos.
me toca a mí recoger tus desperdicios
cuando sólo queda de ellos ceniza blanca.
y pensar que te quería... que a ratos fui uno de ellos...
carajo si te amé!
por las calles, por la espalda, en el fogón de mi cama
donde antes eras sabrosa
y ahora cocino los planes que acabarán contigo.
traidora dama negra.
seduces
pero ya no me engañas.
no será un crimen lo que haga
nadie me va a ver
llevaré mi sombrero marrón
la discreta tristeza me vuelve invisible
las horas que pasé contigo son recuerdos que asumo.
tragedia griega en el siglo xxi.
huérfanas las estrellas,
a salvo la tentación.
me siento débil dentro de ti.
esta red ya no atrapa polillas
todas locas
locas de verdad.
en ti está el dominio de la sinrazón.
pero a quién le importa!
todos están borrachos ya.
darán las ocho,
los egipcios saludarán a ra.
a los títereres de la coca no les late el corazón.
el mío duele. está doliendo.
no me quejo, sólo comento.
quiero dormir y no puedo.
te abandono poco a poco.
el hachís te mete entre mis bragas.
oh noche, escuálida querida,
te estás acercando.
te puedo sentir en este desconcierto,
reloj interno.
mi estómago hace tic
no hay tac si me faltaras...
lo puedo reconocer sin que me caigan los anillos.
suicidio de mis entrañas;
sólo quería salvarles de tu bella adicción.
los dejas afectados, ojos rojos, dolor de cabeza, olvidos que no asustan.
a mí me toca contarles qué fue de ellos.
los veo, los conozco.
sé de sus bajezas.
llevo tiempo sentada mirando para ellos.
son previsibles, son repetitivos,
están bajo tu dictadura desde el mismo momento en que salen de casa.
huelen a gomina, a condón en el bolsillo, a la misma canción de siempre.
tú eres la anfitriona, noche presuntuosa,
y yo les tengo que hacer bailar.
ato hilos de nylon a mis dedos y la música hace el resto.
cuelo algún tema con efecto balsámico
porque todo en este local ocurre demasiado rápido.
las marionetas sudan, se cansan, no quieren estar en casa.
para mí son un bulto
visto desde la cueva que ocupo.
lo que son durante el rato que tú eres
lo negarán con su seriedad al sol del día siguiente.
dobles vidas;
cada una entra por un lado de la nariz
y el escupitajo posterior siempre es blanco.
droga de negro
vestida de largo para la ocasión.
te echaré de menos.
ahora ríndete y suplica piedad
porque no tengo más remedio que disparar
por mí
y por todos mis compañeros.

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